La fotografía infrarroja nos abre un campo de experimentación que puede producir resultados poco habituales, partiendo de situaciones más o menos normales. La técnica es simple: se coloca un filtro en el objetivo que bloquee gran parte de la luz visible, y permita el paso de la luz infrarroja. Esto hace que la exposición de la fotografía se alargue, y sea recomendable usar trípode. Será inevitable el posterior procesado de las fotografías en algún programa de edición, ya que tal y como salen de la cámara no son directamente aprovechables, debido a la fuerte dominante rojiza que presentan.

En las dos siguientes fotografías se pueden apreciar las principales características de la fotografía IR. La más evidente es el espectacular aumento de luminosidad de la vegetación, debido a la gran cantidad de luz infrarroja que emite, y dándole un aspecto de paisaje nevado. También es apreciable el incremento de contraste en los cielos, y el oscurecimiento de las aguas profundas.

Muy interesantes resultados se obtienen combinando en una sola, fotografías hechas con y sin filtro infrarrojo. Dependiendo del modo de fusión empleado, los resultados pueden ser muy diversos. En esta fotografía recuperé los tonos verdes de la vegetación, pero el mar quedó oscurecido, y el cielo ...

Los días luminosos de primavera y verano son los más adecuados para este tipo de fotografía, ya que la gran cantidad de luz nos permite trabajar con exposiciones no demasiado prolongadas (a veces sin trípode). La vitalidad de la vegetación hace que ésta cobre una gran luminosidad en la fotografía.

Aunque en otoño y en invierno la vegetación está menos activa, éste no es suficiente motivo para dejar de haces fotografías. La escena pierde luminosidad, pero podemos recuperar más matices de color.

Es una cuestión obligada, tratándose de fotografía digital, hablar de la cámara que vamos a emplear, ya que hay grandes diferencias en los resultados que se obtienen. El elemento que va a ser determinante es el filtro "IRCut" o "hot mirror" que incorporan los sensores actuales que reduce significativamente la cantidad de luz infrarroja que llega al sensor para prevenir desequilibrios de color. Afortunadamente, no hay dos cámaras iguales y hay filtros mucho más restrictivos que otros.

Para ilustrar esto, náda mejor que ejemplos. He utilizado una cámara compacta Canon PowerShot con sensor de 10 Mpx. y una reflex Nikon con sensor de 6 Mpx. Ambas tienen ventajas e inconvenientes. La compacta me permitió utilizar la pantalla para componer y enfocar, pero utilizó una exposición 5 veces mayor. La reflex me permitió disparos a pulso, aunque es aconsejable usar trípode para componer la escena antes de colocar el filtro, ya que éste es visualmente opaco, y la cámara no disponía de la función "Live View".

He hecho pruebas también con otras cámaras más "actuales" con resultados muy poco satisfactorios. En general, aunque no hay razón para que así sea, he obtenido mejores resultados con sensores CCD que con CMOS. La prueba del "mando a distancia" nos servirá para saber si la cámara es sensible al IR. También hay empresas especializadas que pueden reemplazar el filtro IRCut del sensor.

Mi interés por este tipo de fotografía no es reciente. Hace ya bastante tiempo, antes de la era digital, utilicé la película para diapositivas Kodak Ecktachrome Infrared para algunas tomas. Es una película de color, sensible a una parte de la luz visible y al infrarrojo. Los resultados y la forma de trabajar son muy diferentes al medio digital.